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Buenos días Manuel, antes de empezar esta distendida conversación, ¿podrías presentarte?:

– Hola a todos. Mi nombre es Manuel Belizón Cebada y formo parte de la Asociación Cultural Musicales 3C de Tres Cantos. Dentro de la asociación, formo parte de la Junta Directiva asumiendo las funciones de tesorero y ayudando en las tareas de comunicación y gestión. Además, en la sección artística, soy responsable de la dirección técnica.  

¿Cómo y cuándo empezó Musicales 3C ? ¿Cómo llegaste a participar en este proyecto?

Musicales 3C nació hace aproximadamente tres años. Verónica Hellín, nuestra presidenta, consiguió que cuatro amantes del género del teatro musical nos juntáramos para dedicar casi todo nuestro tiempo libre a lo que más nos gustaba. Los cuatro socios fundadores nos repartimos tanto las funciones administrativas propias de la asociación, como las diferentes direcciones artísticas que hacen falta para producir espectáculos de estas características. Es importante destacar que nuestro grupo, sin ánimo de lucro, está compuesto por aficionados a las disciplinas del teatro, el canto, la danza y otras tantas que son necesarias para el despliegue de un musical. Actualmente somos más de cuarenta personas y, aunque la mayoría reside en Tres Cantos, contamos con miembros que vienen desde diferentes puntos de la CAM para sumar su granito de arena.

¿Tocas algún instrumento? Si, siempre me ha gustado la música y llevo muchos años ligado a ella. Desde hace ya una década he tratado de educar mi voz con diferentes profesores de canto (Shu-Ping Hsu, Marc Meier, Gema Vau, Miguel A. Gamero o Eva Mª Cortés, entre otros) y he cantado en diferentes bandas y coros. La persona que me acercó a la música fue mi hermano Santi, un verdadero fenómeno. Imagino que por eso siempre he tenido la espinita de no haber aprendido a tocar la guitarra teniendo un maestro en casa.

¿Cómo  seleccionáis vuestros nuevos proyectos? Los proyectos los planificamos y analizamos entre los cuatro responsables, aunque también existen asambleas ordinarias y extraordinarias donde se ponen en común con el resto de socios. En esas reuniones se repasan las actividades realizadas y por realizar para aprobar, discutir o descartar unas u otras en función de la disponibilidad de los socios, recursos económicos, etc.

De todas formas, las producciones que hemos ofrecido han ido surgiendo de forma diferente. La apuesta inicial fue “Mamma Mia!”  porque necesitábamos empezar por un montaje sencillo, viable y que tuviera tirón en el público.


Una Navidad en Broadway” y “La Brújula Mágica”, en cambio, empezaron siendo propuestas muy ligeras y se han acabado convirtiendo en obras con identidad propia.

Además de representar diferentes montajes, también estamos muy involucrados en la promoción y difusión del teatro musical y preparamos otras actividades como coloquios, talleres, concursos o actuaciones temáticas.

¿Cuánto tiempo mantenéis las obras en cartel? Todo el tiempo posible. Una vez comenzamos a rodar un musical, la idea es que quede incorporado a nuestro catálogo y, siempre que el elenco esté disponible para una ocasión determinada, se pueda representar sin demasiado impacto en la planificación de ensayos.

¿Cómo escogéis los centros donde se representan y qué requisitos deben cumplir? Hemos ido consiguiendo las actuaciones principalmente a través de tres vías: certámenes nacionales de teatro aficionado, ayuntamientos que nos han incluido en su programación cultural y centros comerciales que ofrecen espectáculos musicales al aire libre. Cada localización es un mundo y ni siquiera los teatros tienen siempre las condiciones deseadas. Lo que mejor hemos aprendido con el tiempo es a ser versátiles y a adaptarnos a lo que nos ofrecen. Está claro que necesitamos unos recursos mínimos, al menos en cuanto lo que se refiere a sonido y luces, pero intentamos anticiparnos y preparar cada montaje para poder ofrecer un resultado de calidad. Somos un grupo muy comprometido y con mucha motivación y el nivel de exigencia es alto.

¿Cuáles son los principales aspectos (técnicos) que hay que tener en cuenta antes de preparar un montaje de estas características? Una obra de teatro musical tiene un punto clave que destaca por encima de todo y es que en escena se juntan muchos actores que, además de interpretar durante las escenas, también cantan y bailan en cualquier momento del desarrollo de la historia. Esto obliga a que todos los miembros del elenco dispongan de su propio micrófono que, además, debe tener unas características indispensables: inalámbrico, de dimensiones reducidas para que no llame la atención y de fácil acople para que las manos de los artistas estén liberadas en todo momento.

Un número musical al azar puede llegar a tener quince actores en escena con sus respectivos equipos y a esos hay que sumarle otros cinco micrófonos interiores para coros de cabina que refuerzan la parte coral de la canción. En definitiva, es importante tener bien estudiadas las diferentes configuraciones técnicas que se suceden con el guion ya que son muy cambiantes. En este punto, por ejemplo, ganamos mucho al decantarnos por una mesa de mezclas digital con selección de escenas. La instrumentación también es otro punto a favor ya que, hasta el momento, siempre hemos trabajado con bases pregrabadas.

Otra parte fundamental, sin duda, es el estudio in situ de los canales escogidos en los equipos RF (radio frecuencia). Es muy importante comprobar que no se producen interferencias de ningún tipo para el correcto funcionamiento técnico.

En la parte de iluminación dependemos totalmente de los recursos de los sitios donde representamos por lo que también es clave que podamos adaptar nuestro rider satisfactoriamente.

¿Podrías hablarnos un poco acerca de tu filosofía como técnico? Diría que tengo una filosofía de trabajo dividida en tres fases y con lagunas, seguramente fruto de mi aprendizaje autodidacta, pero no es algo que me haya impedido solventar las dificultades a las que nos hemos enfrentado. La primera etapa se basa en el estudio de la obra completa, los temas musicales de la misma, la ambientación, etc. De ahí ya sacamos una primera idea del sonido y de las luces con los que nos gustaría dotar a esa producción. Después, en una segunda etapa, vamos incorporando a los ensayos nuestro equipo de sonido para ir configurando todos los elementos poco a poco hasta que damos con un sonido que se parece a la idea inicial. La tercera etapa es la que comentaba anteriormente: estudiar las características de la localización del directo y sus recursos para respetar lo máximo posible la mezcla obtenida durante los ensayos.

¿Cómo ha evolucionado esta filosofía con el paso de los años? Pues, sinceramente, en los primeros directos no tenía ni la soltura ni la experiencia suficientes y me tocaba salvar la situación con más suerte que cualquier otra cosa. Apenas conseguía tener un objetivo a nivel de producción musical y, además, los medios de los que disponíamos eran escasos y poco especializados. Con el paso del tiempo he ido formándome en diferentes conceptos gracias al apoyo de los técnicos profesionales que solemos encontrarnos en los festivales y en los diferentes teatros. Por mi cuenta también he aprovechado para realizar cursos de producción, orientados tanto a estudio como a directo. El resultado de todo este bagaje es que he podido llegar a disfrutar realmente de estos retos.

¿Cómo ves la evolución tecnológica: sonido directo, la emisión y recepción?

No llevo tanto tiempo analizando la industria del sonido pero está claro que la crisis financiera ha marcado un antes y un después en las estrategias de comercialización de las marcas y distribuidores. Nosotros, al ser una asociación o una compañía amater y no una productora al uso, buscamos un producto de gama media que ofrezca un precio competitivo y es justo donde más ha crecido el mercado en los últimos años. El modelo de venta de grandes proveedores internacionales al por mayor se está empezando a instaurar también en nuestro país y poder contar con partners de confianza en tu misma ciudad (Avacab es el mejor ejemplo de ello) es la mejor noticia para el sector. Es cierto que las últimas novedades de gama alta o profesional que se están comercializando tienen precios más competitivos que hace cinco años pero también es posible ofrecer directos de buen nivel añadiendo ingenio a otras alternativas más económicas.

¿Cómo analizas el material con el que vas a trabajar en un montaje? Utilizas alguna herramienta o método especial? ¿Cómo es tu enfoque artístico en ese sentido? Me gusta inicialmente hacer pruebas unitarias sobre cada componente para ver hasta qué punto podré sacarle partido. No me importa que sea un micrófono, un equipo inalámbrico, un monitor de escenario o el más simple de los conectores. De esta forma, puedo tener una idea inicial de dónde pueden venir los problemas y la estrategia de fondo es detectar el eslabón más débil de la cadena. Este es el trabajo que se puede hacer en casa o en el local de ensayo. En los directos preparo el montaje de toda la parte de backline y compruebo con el elenco que todo está en orden incluso antes de integrarme a la PA del lugar donde trabajemos (muchas veces con unos simples auriculares conectados a la mesa o unos monitores de escenario mientras ensayan). Con los técnicos profesionales responsables realizo la conexión de mi montaje con el equipo que tengamos allí disponible y entre todos buscamos los ajustes necesarios para que la acústica particular respete los matices del sonido que buscamos.

Mi máxima es tratar de que la sonorización pase desapercibida o, en otras palabras, que las voces de los cantantes crezcan sin que se pierda la naturalidad en el sonido. Un musical no debe convertirse en un concierto porque no olvidemos que no deja de ser una obra de teatro, por lo que la parte técnica tiene que ser lo más sutil posible. 

¿Cómo ves los siguientes 10 años de la industria de Los Musicales? Intuyo que la tendencia se va a mantener. Las mejoras en gamas altas seguirán a un ritmo lento y, en cambio, se seguirá innovando en gamas medias para ofrecer productos cada vez mejores y más compactos a unos precios más ajustados. El mercado manda…

¿Podrías nombrar tres obras que te gustaría representar? Por la trascendencia de la obra y por la exigencia técnica, me encantaría que algún día nos pudiéramos atrever con “Los Miserables”. Como preferencias personales y siguiendo mis gustos como espectador: “Spamalot” y “Avenue Q”. Es importante hacer reír a la gente y el teatro es un recurso muy potente.

¿Tiene algún consejo para los principiantes que estén empezando en este «mundillo» de Los Musicales? Que sean valientes. Con seriedad, constancia y trabajo es posible conseguir la mayoría de las cosas que nos proponemos. Y, por supuesto, que consuman cultura porque es el mejor medio de aprendizaje.

Muchas gracias Manuel por esta entrevistas, ha sido un placer para nosotros poder vivir en primera fila todo el trabajo que toda vuestra organización está realizando.

¡Nos vemos el SÁBADO 10 de mayo en el Teatro de Moralzarzal a las 19:00hrs!

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